¿Estás pasando por situaciones de conflicto con tu hijo adolescente? Conoce la importancia de la negociación y... ¡llévala a cabo!
La adolescencia es la etapa de la vida que supone el paso de la infancia a la edad adulta. En ocasiones puede tornarse complicada tanto para padres como para hijos. En dicha etapa, los adolescentes experimentan importantes cambios que pueden generar situaciones tensas en el núcleo familiar.
Cambios hormonales, búsqueda de identidad y las novedosas y cada vez más frustraciones a las que tendrán que hacer frente… El cóctel perfecto para la explosión del conflicto. Por esto, hoy queremos hablar de la importancia de la negociación con hijos adolescentes. Saber pactar con un hijo adolescente, es una herramienta muy eficaz para que las discusiones en casa disminuyan. ¡Te damos las claves!
La importancia de negociar con hijos adolescentes
Los años de la adolescencia no tienen que suponer únicamente conflictos y momentos difíciles. En esta etapa, el adolescente se encuentra en el momento de transición hacia la vida adulta. Viene por tanto, acompañada de mayores responsabilidades y mayor autonomía.
Es en la adolescencia, cuando tenemos la oportunidad perfecta para enseñar habilidades efectivas que les permitan conseguir sus objetivos. Aquí es donde entra en juego el poder de la negociación y el sentido del compromiso. Mediante esta técnica, fomentamos la autonomía en los adolescentes. Además, puede ser muy efectiva ante situaciones de tensión.
No impongas la negociación
Es importante que para que una negociación sea efectiva, no sea impuesta. Esto quiere decir que cuando busquemos realizar un pacto con nuestro hijo, este sea de mutuo acuerdo. Si forzamos la creación de pactos, el compromiso del adolescente con el mismo, va a ser seguramente, nulo.
Si una vez propuesta una negociación, obtenemos una negativa por parte de los hijos, no insistamos. En este caso, nuestra postura será más inflexible y estableceremos normas de modo unilateral. Es importante hacer ver esto al adolescente. Si desea obtener cierta autonomía, ha de empezar a asumir pactos de forma adulta.
La libertad que da poder aceptar y rechazar opciones en una negociación, resultará más atractivo que asumir normas sin más.
Cómo comenzar un acuerdo
Nunca empecéis una negociación en una situación de conflicto. Si en medio de una pelea, abordamos este tema es muy probable que el adolescente lo reciba como una provocación. ¿El momento más idóneo? Aquel en el que predomine un clima agradable que nos permita poder comunicarnos con nuestros hijos de una manera sosegada. De esta manera será mucho más sencillo lograr acuerdos puesto que encontraremos mayor receptividad en los hijos.
Cumple con tu palabra
Comprometernos a algo con nuestros hijos, y luego faltar a nuestra palabra ¿Consecuencia? Perderán la confianza en nosotros y asumirán que de nada sirve negociar. Recordad que sois su modelo a seguir. Si queréis que se comprometan con lo que habéis acordado, vosotros también debéis hacerlo. Además, esto también vale para los hijos. Cuando sea el adolescente quien no cumpla con su palabra, vosotros como padres actuaréis en consecuencia.
Si hay un retroceso, ¡aprovéchalo bien!
Si comenzada una negociación, el adolescente rompe el pacto en algún momento, no forcemos. Como he comentado anteriormente, exigir pactos no va a servir de nada. En estos casos, volvemos a hacer uso de las normas unilaterales. El adolescente, al haber experimentado esa autonomía que da el poder de decidir, acabará viendo esa opción mucho más jugosa.
Ventajas de la negociación
- Favorece la comunicación entre padres e hijos
- Promueve la empatía, el saber ponerse “en el lugar del otro”
- Enseña a los hijos a escuchar y respetar las opiniones de los demás
- Favorece la expresión de sentimientos
- Fomenta la autonomía
Pero recordad… ¡No todo debe ser negociable!
Fuente: Carmen Espigares