La Integración Sensorial es un tema que cada vez toma mayor reconocimiento en el campo de la terapia ocupacional y en el campo de la educación, al ser este un pilar para el desarrollo infantil y para el aprendizaje; la Integración Sensorial es la agrupación y conexión de pequeños fragmentos de información sensorial y motora, fundamentales para formular nuestras representaciones internas del mundo exterior, las cuales se transforman en la base de futuras estrategias de acción para interactuar y responder a las demandas ambientales.
Es un principio primario y poderoso mediante el cual el Sistema Nervioso Central (SNC), se ordena y se construye durante el desarrollo del individuo (Álvarez, 2010).
La Integración Sensorial fue estructurada desde los años 60 por la doctora Anna Jean Ayres; Terapeuta Ocupacional estadounidense y doctora en Psicología de la educación, quien desarrolla múltiples estudios, investigaciones y pruebas estandarizadas aplicadas en cientos de niños, haciendo análisis clínicos y teorías basadas en la evidencia; con la finalidad de estudiar el sistema sensorial: visual, auditivo, olfativo, gustativo, táctil, vestibular y propioceptivo, con relevancia en los tres últimos, al considerarse básicos en la maduración del sistema nervioso central (SNC) y ser los primeros en estabilizar el desarrollo cerebral, permitiendo la interpretación e integración de la información sensorial, la regulación y organización del desempeño ocupacional a un nivel cognitivo, motriz, de lenguaje, aprendizaje, conducta y funcionalidad social.
Asimismo, es fundamental reconocer las características de los sistemas sensoriales como el sistema vestibular, el cual se encarga del movimiento, la postura, el equilibrio, la coordinación corporal-ocular, orientación espacial, permitiendo el reconocimiento de figura a fondo, cierre visual, la orientación en relación a la gravedad, entre otros. Además, el sistema propioceptivo permite la conciencia de la posición del cuerpo en el espacio, por lo tanto, el funcionamiento de los músculos, tendones y articulaciones. Estos dos sistemas sensoriales tienen gran relación con la postura que adoptan los niños al estar sentados en su silla de clase, al sujetar el lápiz, al colorear, escribir, desempeñarse en clases que requieren de atención, memoria y de habilidades motoras.
La educación infantil es muy importante para el desarrollo del sistema sensorial en los niños, en muchas ocasiones, no se conoce acerca de este tema tan importante especialmente en edades escolares tempranas y cómo esto influye en el aprendizaje, por lo tanto se encuentra -actualmente- que la educación presenta un énfasis en el área cognitiva, dejando a un lado, las habilidades sensoriales y motoras que son pieza fundamental en el desarrollo de un niño, en donde en muchas ocasiones no se da la importancia necesaria a un currículo académico que contenga clases como: educación física, danzas, teatro, artes, entre otras. Incluso se disminuye el tiempo de los descansos que es cuando los niños tienen su descarga de energía y desarrollo del potencial motor.
En esta nueva era tecnológica, se encuentran menos niños en los parques, haciendo deporte, corriendo, escalando, usando su cuerpo mediante el juego motor; por el contrario vemos niños que no quieren salir de sus casas y se incentivan principalmente en actividades sedentarias, niños que se frustran y se irritan con facilidad. Por tal motivo -hoy en día- el mayor número de niños son remitidos a diferentes disciplinas de la salud como lo es la terapia ocupacional, para ayudar en disfunciones de Integración Sensorial, o en dificultades a nivel motor, cognitivo, dificultades en independencia y múltiples motivos adicionales.
Una desorganización de los sistemas sensoriales o una mala interpretación o registro de ellos provoca en un niño en etapa escolar, dificultades en la percepción visual, desorientación, confusión de fonética y grafemas en procesos escritos, mala postura al ubicarse sentado en su silla, inadecuado patrón de agarre del lápiz, fatiga al escribir, hipo o hiper-tono muscular, por lo cual los niños se cansan y fatigan en procesos motores finos, donde se evidencia un trazo débil, con disminución en la velocidad y ritmo de la escritura, entre otras dificultades (Moreno, 2020).
La literatura nombra que el problema de Integración Sensorial, afecta las condiciones afectivas, conductuales y sociales, en donde es común la ansiedad, depresión, labilidad emocional y estrés (Imperatore, 2005, Cermak, 2007; entre otros). Muchos niños en sus casas que atraviesan actualmente una época de cuarentena presentan mayores dificultades en regulación y en atención y esto tiene que ver con la falta de experiencias sensoriales y motoras, que ayudan en la organización y en la autorregulación.
La falta de habilidades para organizar y modular información sensorial es la causante de problemas en el procesamiento de la atención, memoria, percepción, problemas en la lectura, escritura, grafía y cálculo matemático y desarrollo de la inteligencia, además de problemas de control y autorregulación de las emociones y la conducta, muchos niños también presentan dificultades táctiles que les impiden manipular elementos de cierto tipo de texturas, o probar alimentos nuevos, además, no les gustan los abrazos, algunas texturas de la ropa, ya que les causan molestias e irritación en la piel. Algunos niños presentan rechazo a que los cepillen o les corten el cabello, las uñas; etc. Muchos niños con dificultades a nivel auditivo, presentan hipersensibilidad causando molestias a ciertos sonidos, lo que les obliga a taparse los oídos con frecuencia y les ocasiona distracción en las aulas de clases, ya que ciertos sonidos pueden incluso causar miedo. A nivel visual se encuentra rechazo a ciertos tipos de luz o colores, distracción de tipo visual y a nivel olfativo se presenta rechazo a ciertos alimentos debido a que algunos olores pueden causar diferentes reacciones negativas en el cuerpo, como mareos, náuseas e incomodidad y esto es apenas un abrebocas de las múltiples formas en las que se manifiestan las dificultades de Integración Sensorial.
Por lo anterior se encuentra que la Integración Sensorial guarda gran relación con el aprendizaje, ya que si un niño no tiene un adecuado procesamiento de la información sensorial, será más difícil para él su desarrollo y también su desempeño en las diferentes actividades de la vida diaria, lo cual puede llegar a afectar en casos severos su calidad de vida. Existen muchos adultos con dificultades de Integración Sensorial nunca antes detectados, que lograron salir adelante en sus vidas y ser ciudadanos exitosos. Sin embargo, existen también muchas personas que presentan dificultades de integración sensorial y aprendizaje, las cuales les impiden adaptarse y desenvolverse adecuadamente y algunos tienen dificultades para lograr su proyecto de vida.
Así pues, la identificación de las dificultades de Integración Sensorial y su tratamiento, pueden ayudar a mejorar el aprendizaje, el desempeño en las diversas ocupaciones, la socialización, la funcionalidad e independencia de las personas y por lo tanto mejorar la calidad de la vida.