DISCIPLINA POSITIVA : UNA CRIANZA FIRME Y RESPETUOSA

DISCIPLINA POSITIVA : UNA CRIANZA FIRME Y RESPETUOSA

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La disciplina positiva es un estilo de crianza para niños, que existe desde la psicología de Alfred Adler (1870-1937) basada en el individuo. Luego dos mujeres y madres norteamericanas, Jane Nelsen y Lynn Lott se apoderaron de la teoría Adleriana y la convirtieron en lo que hoy se conoce como Disciplina Positiva.

Este es un modelo educativo horizontal, el cual se enfoca en entender el comportamiento de los niños y la forma adecuada para abordar su actitud. Tiene como fin guiar a los niños y jóvenes en su camino, siempre y cuando sea de forma positiva, afectiva, pero firme y respetuosa, tanto para el niño como para el adulto.

La disciplina positiva se basa fundamentalmente en la comunicación, el respeto, el amor, el entendimiento, la empatía y la colaboración, sin tolerar el control excesivo ni la permisividad. El objetivo de este enfoque es brindar herramientas a los padres, cuidadores y profesores para entender las emociones, sentimientos y el comportamiento inadecuado de los niños y jóvenes. Y así, poder encaminarlo hacia el respeto, sin luchas de poder y siempre positivo.

Todo con la intención de enseñar a los niños habilidades básicas para la vida. La mayoría de los padres aprenden a “Ser” haciendo camino al andar, pero existe un camino llamado disciplina positiva que se basa en fijar las metas para aprender. Y así planear un acercamiento eficaz, encontrando las soluciones que funcionan de verdad y a futuro, de manera firme y respetuosa en la crianza de sus hijos.

“De dónde salió la rara idea que para que un niño cambie, hay que hacerlo sentir mal primero”

JANE NELSEN

PAUTAS PARA EDUCAR LOS NIÑOS CON DISCIPLINA POSITIVA

Son 5 las pautas que se deben tener en cuenta para una disciplina positiva, estos son:

1. Sé amable y firme

Se debe encontrar el equilibrio entre la autoridad y la permisividad, así mismo ser firmes y amables al mismo tiempo, todo esto de una forma respetuosa y motivadora para el menor.

Con el tiempo se ha evidenciado que los niños y jóvenes que notan a sus padres más amables, que muestran interés y a la vez son firmes tienen menos riesgo de tener conductas y comportamientos inadecuados, tales como fumar, consumir drogas o actuar violentamente.

2. Genera una conexión saludable con el niño

Es necesario que los padres o maestros generen una vinculación y conexión saludable, esto ayuda a que los niños se sientan importantes, significativos y estimados.

El sentir que pertenecen e importan en una comunidad, disminuye la incidencia de comportamientos inadecuados, tales como actos violentos, pensamientos e intenciones suicidas y consumo de drogas. Por el contrario, incrementa el desempeño académico, su autoestima y la confianza en sí mismo.

3. La disciplina positiva es eficaz a largo plazo

La disciplina positiva logra ser eficaz a largo plazo, ya que para eliminar o disminuir prácticas y comportamientos inadecuados se debe tener en consideración los pensamientos y sentimientos del menor. Además, de tener en cuenta lo que el niño está aprendiendo y decidiendo acerca de él mismo y de su mundo, identificando lo qué necesita hacer en el futuro para sobrevivir o prosperar.

4. Aprendizaje constante

Este es un modelo para aprovechar el error, como una gran oportunidad de aprendizaje. Debido a que, a través de este, se enseña habilidades sociales, respeto, estrategias para resolver conflictos, responsabilidad, empatía, participación, colaboración, entre otros.

El que los niños puedan aprender habilidades sociales, tiene un efecto protector, no solo en la infancia, sino también durante la adolescencia. Es más probable que los jóvenes que han aprendido habilidades sociales, tengan éxito y un mejor desempeño en el estudio y las relaciones con sus pares. Así mismo es menos probable que manifiesten problemas de conducta.

5. Desarrolla las capacidades del niño

La disciplina positiva es un modelo el cual invita a los niños a descubrir sus capacidades y habilidades, pone por encima el valor y las fortalezas individuales, a través de la capacitación. Es un aliento continuo para el uso constructivo del poder personal y la autonomía.

La disciplina positiva permite dar conciencia a los padres, para identificar la necesidad de pertenencia y cohesión que tienen los niños y esa es la base de sus malas conductas.

El sistema tradicional de disciplina piensa que los comportamientos del niño son el problema y tratan de eliminarlos rápidamente. Por el contrario, la disciplina positiva se basa en el apoyo de la conducta positiva y considera que los sistemas, los ambientes y la falta de habilidades, también influyen en el comportamiento inadecuado del infante.

Debido a esto, se enfoca en crear un cambio en todos los componentes que se vean involucrados en las conductas del menor. Por esto, el enfoque de disciplina positiva se caracteriza por un conjunto de estrategias a largo plazo.

Donde tiene como fin, disminuir la frecuencia de aparición de las conductas inadecuadas y enseñar maneras adecuadas de comportarse, proporcionando apoyos de todo tipo, que garanticen obtener resultados de éxito. Es necesario conocer los pensamientos escondidos detrás de cada conducta de los niños para poder estimular, proporcionando oportunidades para que ellos mismos las cambien.

A veces los niños no logran sentir la conexión con los adultos y pueden llegar a interpretar que no son significativos para sus padres o adultos cercanos, e intentan por todos los medios recuperar ese afecto y cariño.

TÉCNICAS PARA APLICAR LA DISCIPLINA POSITIVA EN LOS NIÑOS

1. Elogiar al niño

Es importante elogiar al niño cuando se está comportando y actuando de manera correcta, al reconocer su logro, felicitarlo y darle palabras de aliento, ayudará a reforzar sus conductas positivas.

2. Entender al niño y ponerse en su lugar

Es fundamental entender al niño y ponerse en el lugar de él, entender cómo se siente, cuáles son sus sentimientos y las razones por las cuales actúa de una manera en específico.

El poder identificar estas creencias, hace que se pueda trabajar para cambiarlas y así mismo se va modificando su comportamiento.

3. Sé un ejemplo para tus hijos

Es necesario que los padres sean un ejemplo para el menor, ya que los niños suelen aprender mucho de lo que observan y escuchan.

4. En la disciplina positiva se deben establecer normas y rutinas con el niño

El establecer normas y rutinas, enseñarle que cada acción trae una consecuencia, ya sea positiva o negativa. Esto ayudará a que los niños no realicen conductas inadecuadas y sean más conscientes de lo que hacen.

5. Establece normas y límites por escrito

En el momento en el que se establezcan los límites y normas, es importante que se haga por escrito, con el fin de que el niño pueda estar viendo y recordando lo que debe hacer.

6. Dialoga con ellos y explícales con detalle

Es fundamental que siempre se les explique a los niños las acciones que no deben hacer y la razón de por qué no se debe hacer.

7. Crea espacios para que se calme y se relaje

Crear un espacio el cual le ayude al niño a calmarse y sentirse relajado, es decir, escoger un lugar de la casa y/o colegio, poner una mesa con hojas y colores. Esto ayudará a que cuando el pequeño esté alterado, pueda recurrir a este sitio para tranquilizarse y expresar lo que siente a través del arte.

8. Con la disciplina positiva se deben brindar opciones

Crear una rueda de opciones, es relevante dar al niño mínimo dos opciones, el que puedan escoger es reconocer que tienen la capacidad para hacerlo.

9. Planifica las consecuencias con su ayuda

Es valioso planificar las consecuencias por adelantado, es decir, prevenir al niño acerca del resultado de cada acción o decisión que tome. Los niños no se sienten castigados, si pueden prevenir las consecuencias.

10. Dales tiempo de calidad

Los niños necesitan tiempo de calidad para compartir con sus padres, sobre todo cuando son pequeños. El poder dedicarles tiempo y realizar actividades donde ambos se puedan divertir, será beneficioso para que el niño se sienta importante y querido.

11. Demuéstrales que son importantes

Los niños forman la opinión sobre ellos mismos, por medio de las percepciones que les demuestras, lo que sientes por ellos. Cuando se sienten queridos, que son valiosos, tienen una base sólida en qué fundamentarse para su desarrollo potencial.

¡Abraza a tu hijo! Esto puede ayudar a cambiar la actitud tanto del padre como del hijo.

EDUCAR LOS NIÑOS CON DISCIPLINA POSITIVA

El deseo de muchos padres, es poder educar a sus hijos de una manera firme y respetuosa. Pero en ocasiones, al leer acerca de la disciplina positiva, se encuentran con que la crianza se mueve, entre lucha de mucha permisividad o estallidos de firmeza (gritos o malos tratos).

Lo anterior lleva a una gran confusión de cómo poder actuar de manera correcta ante los hijos. Pensar que ante un mal comportamiento, no exista una consecuencia es descabellado, sobre todo para los estilos de crianza más tradicionales (autoritarios).

Encontrar entonces como propuesta de crianza, una forma firme y respetuosa de orientar al niño, hacia la reflexión de su conducta y conducirlo a la cooperación, hace parte de las relaciones horizontales que la disciplina positiva pretende generar en los hogares.

Al introducirse en este estilo de crianza, surgen muchas controversias y enfrentamientos con el estilo de crianza, al que fueron sometidos la mayoría de los padres. Lo que en algunas ocasiones los lleva a desistir o resistirse a continuar con esta manera de educar.

Disciplina positiva para padres

Por fortuna actualmente existen muchos profesionales deseosos de acompañar a los padres en este proceso, desde la perspectiva de la disciplina positiva. Esto a través de talleres para padres o encuentros, enseñando la fortaleza que tienen los errores, aprender de ellos, pero sobre todo alcanzar soluciones.

¡Un niño se siente motivado cuando cree que comprendemos su punto de vista!

Es importante comprender que no hay ninguna herramienta de crianza, que funcione en todos los casos o prolongadamente en el tiempo, lo que existen son principios que nos guían en el proceso de educar.

Muchos de los comportamientos infantiles que generan frustración en los adultos pueden cambiarse, si los adultos cambian primero. Pero esto se puede lograr por medio de la toma de conciencia que es la clave para el cambio.

Fuente: MARISA MOYA - Psicóloga

Aprendizaje y Destrezas

Apoyamos a niños, niñas, adolescentes y padres de familia en su bienestar emocional, familiar y social a través de herramientas y estrategias que permitan desarrollar y fortalecer habilidades para la vida como autoestima, toma de decisiones, relaciones interpersonales, solución de problemas y conflictos, tolerancia a la frustración, manejo de emociones, empatía, autocontrol y comunicación asertiva, entre otras.

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