Si todos los días usted tiene problemas en el trabajo y recibe comentarios negativos por las cosas que hizo o dejo de hacer, ¿cómo se vería afectada su confianza y autoestima? ¿Qué lo haría continuar esforzándose por mejorar?
Muchos chicos con dificultades de aprendizaje y de atención tienen experiencias negativas en la escuela por lo que hicieron o no hicieron. Piense en el niño con TDAH que sigue olvidando su tarea y por ello su calificación empeora. O el niño con discalculia que rara vez termina la hoja de ejercicios de matemáticas, o que la mitad de sus respuestas son equivocadas. Imagine lo frustrantes y desalentadoras que podrían ser esas experiencias.
Entonces, ¿qué hace que los niños con dificultades de aprendizaje y de atención continuen esforzándose por mejorar? La respuesta radica en estar y mantenerse motivado.
La importancia de la motivación
La motivación es el impulso que sustenta una acción que usted realice. Es la fuerza detrás de largas horas de entrenamiento deportivo o al permanecer despierto en la noche para que el proyecto de ciencias quede mejor.
Usualmente esto involucra un incentivo. Da satisfacción lograr ser aceptado en el equipo deportivo o que las personas admiren su proyecto en la feria de ciencias, y eso hace que el esfuerzo que significa valga la pena. Los comentarios positivos proporcionan motivación para hacerlo nuevamente.
También puede conducir a que los niños continúen intentándolo a largo plazo. El incentivo de tener experiencias y resultados positivos puede mantenerlos trabajando a pesar de las dificultades. Y la habilidad de hacerlo es importante para los chicos con dificultades de aprendizaje y de atención.
La motivación y los niños con dificultades de aprendizaje y de atención
¿Qué es lo que impulsa a los niños a hacer las cosas? A menudo es el prospecto de tener éxito o de al menos mejorar para poder triunfar. Mientras más capacitados se sientan los niños en una tarea, más probable es que disfruten la actividad y quieren hacerla mejor. El éxito desarrolla motivación y esto genera más éxito.
Pero los chicos con dificultades de aprendizaje y de atención usualmente experimentan más contratiempos que sus compañeros. Y mejorar y triunfar pueden lograrse más lentamente o con menos frecuencia a pesar del esfuerzo. Eso puede perjudicar su motivación.
Si un niño estudia para un examen y aún así no sale bien, podría estar motivado para esforzarse más y salir mejor la próxima vez. Pero si sigue saliendo mal, puede empezar a pensar, “¿para qué voy a estudiar para el próximo examen? No hará ninguna diferencia”.
Con el tiempo, puede que empiece a anticipar resultados adversos en cualquier cosa que haga. Eso puede provocar que se dé por vencido rápidamente, no se esfuerce y evite los retos por completo.
Pero si tiene la motivación para intentarlo nuevamente, puede conducir a la perseverancia. Podría estar dispuesto a continuar, aun cuando al principio no tenga experiencias positivas. Y eso puede desarrollar resiliencia.
Cómo ayudar a su hijo a encontrar motivación
Los niños con dificultades de aprendizaje y de atención necesitan motivación para intentarlo una y otra vez. Pero sin una historia sólida de logros, su hijo puede que necesite más que un impulso de parte de usted. Estas son algunas maneras en las que puede ayudar a su hijo a permanecer motivado.
Ayúdelo a sentirse exitoso. Los sentimientos de éxito no se limitan al fin del proyecto. Con un poco de ayuda al inicio, su hijo puede tener momentos positivos durante el proceso.
Por ejemplo, si tiene que escribir un ensayo, usted podría descargar de la Internet un organizador visual y ayudarlo con el borrador. Esa ayuda adicional puede hacerlo sentir más involucrado en el proceso de escribirlo.
También puede desarrollar seguridad mientras lo hace. Así que si el resultado no es grandioso, la sensación de triunfo mientras lo hace puede ayudarlo a sentirse motivado cuando haga el próximo trabajo.
Enfóquese en el esfuerzo, no en los resultados. Si a su hijo le va bien en un examen, no exprese emoción sólo por la calificación. Existen maneras más beneficiosas de elogiar. Pregúntele qué hizo para prepararse. ¿Hizo fichas o le pidió ayuda adicional al maestro?
Haga lo mismo si no le fue bien. Reflexionar sobre cómo estudió puede ayudarlo a descubrir otras maneras de lograrlo la próxima vez. Eso puede motivarlo a intentar un enfoque diferente.
Promueva una mentalidad innovadora. Si su hijo lo intenta pero no lo logra, evite decir que lo que está hecho, hecho está y dejarlo así. Enfocar la discusión en los pasos que puede tomar lo hará avanzar en lugar de sentirse estancado.
Enfocarse en la “próxima vez” puede ayudar a su hijo a desarrollar “una mentalidad innovadora”. Puede inculcar la creencia que mejorará con la práctica. Eso es mucho más motivador que una “mentalidad inflexible”, la creencia que si no eres bueno en algo por naturaleza nunca serás bueno en ello.
Saque a su hijo de su zona de confort. Cuando los niños experimentan resultados negativos, pueden perder la motivación de intentar cosas novedosas. Eso también puede ocurrir con actividades fuera de la escuela. Pero tomar riesgos e intentar cosas nuevas puede ayudar a los chicos a revelar nuevas destrezas y pasiones.
Por ello es importante resaltar la ventaja de intentar cosas que pueden ser difíciles al principio. Supongamos que su hijo está comenzando a recibir lecciones de piano. Él tendrá dificultades como todos los niños cuando empiezan a aprender una nueva actividad. Pero si está acostumbrado a tener malas experiencias cuando empieza algo, puede que evite practicar.
En ese caso, usted puede decir: “Sé que al principio es difícil. Pero imagina lo bien que te sentirás cuando puedas tocar esa canción”. Eso puede que lo incentive a seguir practicando.
Reconocer el éxito. Sin importar qué tan bien lo haga, encuentre algo positivo que decir a su hijo y que sea cierto. Los ejemplos incluyen: “Hoy jugaste muy bien con tu equipo”, “cantaste muy afinado ”, o “es maravilloso que hayas pedido ayuda a tu maestra”.
No siempre es fácil encontrar motivación cuando las cosas son difíciles de hacer, pero las recompensas pueden ser enormes. Descubra maneras de ayudar a su hijo si en ocasiones él se siente derrotado. Y aprenda a dar elogios que desarrollen la autoestima.