Si nos paramos a pensar, es curioso que esto sea tema de debate, o que haya que dar razones para convencerse de que los niños pueden y deben ayudar en casa. Yo afinaría aún más, no deben “ayudar”, deben colaborar como un miembro más de la familia que son. Y, por supuesto, lo deberían hacer todos, niños y niñas, y lo antes posible.
Cuando crecen les pedimos responsabilidad y respeto, pero si desde pequeños no son conscientes de que viven en comunidad incluso en su casa, ¿cómo van a tener en cuenta a la persona que tienen al lado? En nuestra mano está hacer de nuestros hijos adultos responsables.